Esta no es la historia de un ser de otra galaxia, ni la vida de una criatura surgida de la nada. Sencillamente es el agradecimiento popular a una persona que día tras día, nos va dejando una huella difícil de borrar.
Nadie como James A. Barrie ha sabido contar la pérdida de la inocencia de una manera tan bella, y el artista Antonio Lorente se ha llevado a su terreno